Eres mi sabor favorito...

Recuerdo como si hubiera sido ayer el dia en el que te conoci, aquella ida al cine me dejo un buen sabor de boca, a tal grado que en estos momentos mi boca tiene tu sabor...
A primera vista nos agradamos, ese dia no paramos de reir, pareciamos dos tontos riendose de todo, llego el momento de ambos partir, cruze aquel puente que me llevaria a casa un par de cuadras despues, tu tomaste aquel transporte que te convertia en el mayor mentiroso que por mi camino se habia cruzado, pero cariño, no sabias quien era la persona que engañabas...
Tu juego te quedaba tan bien, que te dire que me costo trabajo ver la realidad... Tu como si nada, seguias llenandome de aquellas palabras que me tenian idiotizada.

Pasaron varios dias, todo se veia prometedor, yo seguia enamorandome de ti, tu con aquellos detalles hacia mi me hacian sentir tan soñada, pobre tonta dirias dentro de ti... Con mas frecuencia ibas por mi a la escuela de enfermeria, no habia alumno al que no te haya presumido, tenias lo que cualquier chica queria en un novio... jajaja doblemente estupida, caray.

Aun me pregunto que buscabas al enamorarme y luego decirme -lo siento-, la verdad es que tu juego te salio al tiro, pero no sabias el que yo te invitaria a jugar, donde yo conocia las reglas pero tu no...

Aquel dia que descubri tu juego, en el que yo de ante mano ya habia perdido solo con conocerte decidimos ir a cenar, ambos trabajabamos, asi que podia ser el lugar que fuera, pero no, yo queria uno especial, uno que jamas se te olvidara, o mas bien, esa noche nunca se nos olvidara, llegamos a la cita, tu con aquel traje color negro, que te hacia lucir fantastico, y yo con el vestido que te gustaba tanto como se me veia, -claro- era nuestra noche...

Esperaste a terminar de cenar, para decirme -hay algo que necesito decirte-, tu expresion cambio en un giro de 360º, obvio, me dirias que tus sentimientos estaban cambiando, que te dabas cuenta de que otra persona se hacia importante para ti, lo unico que mi cerebro atonito pudo hacer que dijera fue entiendo-, mis oidos se negaron a seguir escuchando, solo escuchaba un bla bla bla, mientras que por dentro decia -conmigo ya perdiste-. No pude decir nada mas, al ver mi silencio, lo interrumpiste con un -tengo que dejarte un momento, el que sin saber cariño lo aprovecharia para poner morfina, en aquel vino que tu especialmente escogiste para botarme...

Al regresar, te invite una ultima copa, claro, la de despedida, te invite a sentarte, y tal vez hasta a conversar por ultima vez... y claro que seria la ultima vez. El ultimo trago tenia que surtir el efecto que yo queria, y asi fue, tu rostro palidecio y dijiste- me estoy sintiendo mal (jajaja te lo dije, perderias en mi juego)

Enseguida te dije- vamonos a mi casa, alla podre cuidarte (jajaja claro, para eso estudiaba enfermeria a fin de cuentas, era mi deber) camino a ella las pocas palabras que podias pronunciar era que no sentias nada... No imaginas lo que seguia...

Llegamos a casa y claro, te ayude a entrar, ya no sentias las piernas ni manos, te puse en mi cama, y podia ver en tus ojos una clara preocupacion, no quise llamar al medico, para que, si yo misma sabia que era, te quite la ropa, te bese, te acaricie, me rei de tu impotencia de no poderte mover al ver que yo me reia te diste cuenta que era mi plan verte asi...

Llego el momento cumbre, al ver que ya no podias hacer nada, prosegui con mi plan, tome un bisturí y empeze a cortar, me provoco exitacion tu mirada de dolor y de no poder hacer nada... hize finos cortes, tome un recipiente y separe cada parte de tu cuerpo para despues comerlo poco a poco, las entrañas se las di a los perros que tambien sentian el manjar que se llevaban al ocico, tus ojos se que daron como trofeo, siempre me gusto tu mirada, asi que no podia echarla a perder...

Tienes un sabor exquisito, incomoparable, aun sigo en tardes lluviosas probando partes de ti, no me canso de hacerlo... y afirmo... Eres mi sabor favorito.


Dedicada a Gustavo, niño, ojala que te guste, y que con esto no me dejes de hablar ¬¬

Estas historias son ficiticias, cualquier parecido a la realidad son netamente coincidencias.